El Territorio del Sénia lo conforman 27 pueblos ubicados alrededor del río que separa Catalunya y Castellón. Una frontera evanescente que dibuja un espacio natural de enorme interés. Vinos, caza, pequeños pueblos encaramados en colinas y olivos milenarios producen un espléndido mosaico donde la cocina, basada en productos autóctonos, es esencia y virtud.Así es: la combinación de una buena materia prima cocinada de forma tradicional y la aparición de modestos restaurantes que trabajan fuera de las modas y tendencias, convierte a esta tierra de paso en un foco de interés para 5 a Taula.Basándonos en estas referencias, hemos viajado a un rincón escondido de Traiguera, a medio camino entre Alcanar y Morella. El que fue santuario de la Virgen de la Fuente de la Salud se ha convertido, después de años de rehabilitación, en un singular restaurante impulsado y dirigido por Rafael Gauxachs, tercera generación de la Fonda de Traiguera.Rafael, formado en la Escuela de Hostelería de Castellón, es hombre de tradiciones irrenunciables en la cocina. Su norte es la calidad del producto y su objetivo es ofrecerlo en generosa cantidad a un precio competitivo. Virtudes que por sí solas serían merecedoras de una visita obligada.Las mesas de los Capellans se llenan de clientes asiduos, buenos conocedores de los platos habituales de la casa: la sopa de almendras, los boletus con alcachofas y huevos fritos, el bacalao a la brasa, la paletilla de cabrito al horno de leña, el rabo de buey estofado o el magnífico entrecot Angus, perfecto de sabor y punto de cocción.En sí mismo, todo es básico, sin sofisticación alguna. Corazón y materia prima al servicio de un cliente deseoso de una vuelta a la tradición. Cabría definirla como una cocina antidiseño, de gustos recios, rica en sabores y recuerdos gustativos.A tan sólo 10 minutos de la autopista AP-7, un antiguo santuario del siglo XVI convertido en restaurante le está esperando.